Unas de las tradiciones culturales más representativas del municipio de San Pablo Nariño son las fiestas de agosto, espacio que sirve para impulsar la revelación de la imagen de la Virgen de la Playa; un 6 de enero de 1911 dos monjas de la época veneraban una borrosa pintura en lo alto de un peñasco en el sector conocido como la Playa, a eso de las 3 de la tarde una de las religiosas afirma haber observado un gran resplandor acompañado de unas campanillas, a partir de esta fecha da inicio lo considerado como la aparición de la virgen de la playa, años posteriores se construye el impactante santuario del cual somos testigos en la actualidad y ha servido para impulsar el renocimiento del municipio de San Pablo.
Las fiestas Patronales que deberían realizarse el 06 de enero fueron trasladas al 15 de agosto debido a los carnavales nariñenses de blancos y negros que tienen como celebración el mismo día de aparición de la Virgen de la Playa.
Este homenaje a la patrona de San Pablo fue cobrando importancia y recogiendo peregrinos especialmente el último día de su novena, 15 de agosto; en principio era un encuentro únicamente religioso; con los años debido a la gran oportunidad de comercio, personas de otros municipios especialmente de la Unión Nariño, llegaban para ofrecer algunos productos en las calles de San Pablo; de esta manera con el tiempo y gracias al creciente número de visitantes, los atractivos para las fiestas patronales de agosto aumentaron hasta consolidar una feria con presencia de orquestas, cantinas, entretenimiento, juegos deportivos, en medio del fervor religioso.
Naturalmente muchos de los sacerdotes de momento expresaron su descontento por mesclar lo profano en el momento cumbre de lo sacro; el atractivo de las fiestas patronales empezaba a tener mayor interés por los encuentros mundanos ante el religioso; de ahí como resultado las ferias nocturnas hacían de este momento el mayor conglomerado de público en comparación con la asistencia a las novenas por la Virgen en horas de la tarde.
Luego de muchos debates y oposición religiosa por el mal comportamiento ciudadano en lo que debería ser un acto sacro, en 2010 se logró cancelar el homenaje a la patrona del pueblo en el ampliamente conocido 14 y 15 de agosto; trasladando las novenas a la Virgen de la Playa para el mes de Junio de manera que el encuentro de festividad profano quedará desligado del religioso.
La novena a la Virgen de la Playa tenía por característica de agrupar a las veredas y sectores urbanos por cada día, para realizar un recorrido en carroza con la imagen venerada desde el templo parroquial hasta el Santuario; en algunas décadas estos actos eran de vital reconocimiento con asistencia multitudinaria de las comunidades locales, sin embargo en los últimos años fue perdiendo interés como se demostró en 2012 donde la presencia a estos encuentros religiosos no tenía el mismo impacto de años atrás.
Es de considerar como estas dualidades permitieron que el municipio de San Pablo alcanzara un amplio reconocimiento en municipios y departamentos cercanos; entregándole un mayor atractivo como centro de turismo.
Para el 2012 con el ánimo de no perder la tradición, el sacerdote de San Pablo tomó la determinación de realizar la acostumbrada novena a la Virgen desde el 3 de agosto hasta el 12, esta vez organizada por los distintos sectores humanos; los actos religiosos terminan antes de iniciar con los encuentros nocturnos de parranda 13-14-15, de tal manera que no exista convergencia entre lo sacro y lo profano y así evitar las contradicciones entre cada aspecto vivencial que no permiten una convivencia.
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